Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca. Apo 1:3
Por el Misionero Rogers I.
GRACIA Y Paz a todos mis hermanos en el amor en amor en Cristo, Hoy quisiera comenzar con una enseñanza muy importante para nuestra salvación, como lo es el libro del Apocalipsis.
Amados, muchas iglesias de hoy en día, no predican el libro del Apocalipsis, por la sencilla razón de que en este maravilloso libro, se encuentran a flote, todas las maquiavelidades del enemigo, por consiguiente para ellos les está prohibido alertar a los verdaderos cristiano del juicio de Dios. Y así llevárselos consigo mismo al lago del fuego.
Amado lector, tu que me atiendes en esta hora, cual sea en el país en donde te encuentres, como cristianos que somos, debemos exigir a nuestros líderes, que prediquen un evangelio de perdón y arrepentimiento, y no de prosperidad, muchas congregaciones se manejan de este modo, llevando prosperidad, cuando en verdad lo que buscan es su propio bienestar dejando a la iglesia en ruinas.
La Sagrada Escritura, comienza con el inicio de la humanidad, en el libro de Génesis, si bien sabemos, si hay un comienzo en las cosas de Dios, también habrá un final fulminante, y es allí donde en la Sagrada Escritura esta ese maravilloso libro del Apocalipsis. Libro que desmenuza todos los planes del enemigo hasta su destrucción masiva, y conjuntamente exterminio para esos pastorcillos de la prosperidad, aquellos que no se han arrepentido y que siguen engañando a los verdaderos creyentes, sacándoles todo y lo poco que poseen.
Estos seudo pastores, tienen bien claro, que si predican desmenuzada mente el libro del Apocalipsis, su doctrina estaría siendo amenazada de un exterminio total por parte de este libro del Apocalipsis. Un libro donde solo se menciona al Padre y a su hijo el Cordero, NO Más. El Padre que está sentado en el trono y a su hijo, el Cordero que está sentado a la diestra. No menciona a nadie más. Por consiguiente, esas iglesias que acostumbran hacer doctrinas de un solo versículo, desaparecerían fulminantemente si llegasen hablar del libro del Apocalipsis profundizada mente y no por encimita como hacen algunas, por encimita!!!!!
El enemigo es astuto, pero más astuto y eficaz somos los guiados por Dios, nuestro Padre celestial, el cual nos da la sabiduría de lo alto por medio del Espíritu Santo, ese consolador y poder que viene del Padre y de su hijo Jesucristo (el Cordero).
Con el libro del apocalipsis, se cierra automáticamente el Canon. Ya no hay más, ni profetas, ni apóstoles, ni las supuestas lenguas, entre otras actividades satánicas y anti bíblicas que el ser humano ha metido en las congregaciones.
Lo peor de todo, es que usted amado hermano, si se encuentra en una de esas Iglesia, lo obligan de una manera sutil a no contradecir nada, y deberá someterse a su voluntad, voluntad de ellos pero no a la de Dios. De allí la frasecita común, “debes someterte a tu pastor” (hombre carnal, mentiroso, murmurador, detractores, amante de lo ajeno, etc.). a esa clase de pastores se refieren ellos.
Allí, puede ver usted otro factor de esas iglesias apostatas de estos tiempos, ellos colocan la Sagrada Escritura en un ámbito secundario, donde primero predomina sus libros dominicales, donde dicen que es allí donde se puede entender mejor la palabra de Dios, y no en la Biblia. ¡Que blasfemas más grande! Como que la palabra de Dios, necesita apoyo de algunos libros, o pensamientos apostatas de hombres de estos tiempos.
La sencilla razón por la cual estos seudo lideres utilizan libros de supuesto apoyo para la biblia, es porque ellos desconocen el contenido sabio y Espiritual de la Sagrada escritura, y como no lo entienden, acuden a textos escritos por supuesto teólogos “ungidos”, dizque para que tengamos un conocimiento más clara acerca de la Sagrada Escritura.
Si usted contradice algunas de sus ideas, lo tachan de rebelde, y en parte tienen razón ya que somos rebeldes porque defendemos el verdadero evangelio de nuestro Padre Celestial y de su Hijo Jesucristo el cual es el camino, la verdad y la vida, para nuestra salvación.
Nuestro propósito como rebeldes defensores de la verdad, es llevar un evangelio limpio, puro y con amor al verdadero creyente, y a todos aquellos que deseen conocer y seguir el camino de Jesús.
Algunos ahora dizque hablan o tienen el don de lengua, pero de lenguado será, ya que siempre están diciendo lo mismo y le sacan un significado diferente a todos, esos anti cristianos que pretenden engañar a los creyentes verdaderos, no tienen ni pisca del conocimiento verdadero de la palabra de Dios. Son unos charlatanes exotéricos, que fingen una cosa y a escondidas son otras. (Murmuradores, detractores, jugadores de azar, amante de lo ajeno, hipócritas, etc.) Y usted lo ve en las congregaciones con un altives, que solo su líder se lo permite. Porque el que está en la palabra de Dios, siempre esta aparte de todas esas artimañas del enemigo, para que no lo confunda.
Amados hermanos, no te dejes engañar, estamos en una era apostata, donde el enemigo cree haber tomado ventaja, lo que él no sabe es que su tiempo de exterminio pronto llegara a él, y a todos aquellos que lo siguen.
Para esos anticristianos líderes, es más provechoso dejar a los creyentes en ignorancia, ya que así podrían ellos manipularlos a sus antojos.
Iglesia que no predique el Apocalipsis es una iglesia APOSTATA.
El libro del Apocalipsis pone de manifiesto su unidad con el N.T. y con el resto de las Escrituras a través de su congruencia doctrinal. Aunque bien sabemos que en este libro sobresale la escatología y la cristología, el Apocalipsis abarca una amplia gama de las enseñanzas de la Sagrada Biblia.
Además, Dios es visto como el Soberano Creador (4:11) quien es digno de recibir La gloria y la honra y el poder, tanto por ser el Creador como el Sustentador providencial del universo.
La Santidad es esencialmente un atributo de Dios. Significa que Dios posee perfección absoluta en todos sus detalles. Él está completamente separado del mal.
En el Apocalipsis podemos ver que la justicia de Dios se pone de manifiesto en sus juicios (15:4; 16:5). Según 16:7, sus juicios son verdaderos y justos.
Un punto muy importante que podemos ver aquí en el libro del Apocalipsis amados hermanos, es que este libro presenta de manera enfática a Dios como el soberano, Todopoderoso y Creador del universo. Podemos analizar que el vocablo Todopoderoso sugiere el hecho de que todas las cosas en el universo dependen exclusivamente de él. Dios es el creador de todas las cosas y por su voluntad todas las cosas existen.
Aunque no aparece ninguna cita directa del A.T. en el Apocalipsis, es sorprendente observar que de los 404 versículos que componen el libro, hay 278 que contienen alusiones a las Escrituras veterotestamentarias. Puede decirse que todo el libro pone de manifiesto que su autor estaba bien compenetrado con las Escrituras hebreas.
En todo momento el autor da a entender que está escribiendo por mandato divino. Escribe todo lo que Dios le revela.
Si bien es cierto podemos decir también que el ministerio de los Ángeles es muy importante en el Apocalipsis. Son usados como mensajeros para comunicar el mensaje Apocalíptico a Juan. También aparecen en las escenas celestiales de los capítulos 4 y 5.
Son quienes tocan las 7 trompetas del juicio de los capítulos 8 al 11 y los que derraman las copas en los cap. 15 al 16. Ningún otro libro de la Biblia muestra una actividad angelical mayor que el Apocalipsis.
La enseñanza respecto a Satanás, su ministerio y su reino inicuo, aparece repetidas veces en el Apocalipsis. El sustantivo Satanás significa “adversario”.
El libro de Apocalipsis no es imposible de entender, pero es extremadamente complejo. Mi propósito en el presente estudio es, por supuesto, simplemente presentar, en un amplio bosquejo, una exposición bíblica de la escatología de señorío.
Si usted Amado hermano le gustaría una explicación a fondo sobre cualquier versículo del Apocalipsis, solo escríbame al correo que aparece en la parte superior de este estudio y con guste procurare llenar su inquietud, bajo la orientación de la Santa Escritura.
En general, el libro de Apocalipsis es una profecía del fin del antiguo orden y el establecimiento de un nuevo orden.
Es un mensaje para la iglesia de que las terribles convulsiones que recorren el mundo en todas sus esferas comprendían las finales "conmociones del cielo y de la tierra", poniendo fin, de una vez por todas, con el sistema del pacto antiguo, anunciando que el reino de Dios había venido a la tierra y quebrantado el dominio de Satanás sobre las naciones. En la destrucción de Jerusalén, el reino antiguo, y el templo, Dios reveló que ellos habían sido meramente la estructura de su ciudad eterna, su nación santa, y el templo más glorioso de todos.
Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor (Heb. 12:25-29).
El siguiente delineamiento proporciona meramente un bosquejo conciso del mensaje principal de Apocalipsis. En interés de la brevedad, su carácter literario formal (¡por ejemplo, el hecho de que está estructurado en términos tanto de la semana de la creación como del calendario de festividades del Antiguo Testamento!) será ignorado por ahora.
Vemos que el Capítulo Uno introduce el tema de la profecía, asegurando a los lectores que los cristianos están gobernando ahora, aun en tribulaciones, como reyes y sacerdotes. Cierra con una visión de Jesucristo, haciendo uso de algunos símbolos importantes que aparecen más tarde en el libro.
Vemos que los Capítulos Dos y Tres contienen mensajes del Señor para las siete iglesias de Asia Menor. Las cartas tratan de los principales temas de la profecía, particularmente los problemas del judaísmo, el estadoismo, y la persecución. Cristo declara que su iglesia es el verdadero Israel, el heredero en derecho de las promesas del pacto, e insta a su pueblo a "vencer", a conquistar y a reinar en su nombre. Aunque estas cartas se descuidan por lo general, en realidad comprenden la sección central de la profecía. En gran medida, las visiones posteriores son simplemente ilustraciones suplementarias de las lecciones de este pasaje.
Vemos que los Capítulos Cuatro y Cinco dan la filosofía bíblica de la historia: todas las cosas son vistas desde la perspectiva del trono de Dios. Cristo es revelado como el Conquistador, digno de abrir el libro de los juicios de Dios; la creación y la historia se centran en Él.
Vemos que los Capítulos Seis y Siete muestran el rompimiento de los siete sellos en el pergamino, simbolizando los juicios que están a punto de caer sobre el Israel apóstata. Se muestra específicamente que estos juicios son respuestas divinas a las oraciones imprecatorias de la iglesia contra sus enemigos; las acciones gubernamentales y litúrgicas de la iglesia es el medio de cambiar la historia mundial.
Vemos que los Capítulos Ocho y Nueve extienden este mensaje a la apertura real del rollo, revelando la coordinación entre las declaraciones judiciales de la iglesia en la tierra y los decretos de Dios desde el cielo. Jerusalén es entregada a Satanás y sus legiones demoníacas, que inundan la ciudad para poseer y consumir a sus impíos habitantes, hasta que la nación entera es conducida a una locura suicida.
Vemos que los Capítulos Diez y Once presentan nuevamente una visión de Cristo, que anuncia que la nueva creación y el nuevo pacto son un hecho consumado. La iglesia testificante y profética, aparentemente aniquilada por la persecución judía, es resucitada; y son los perseguidores los que son aplastados. Con la destrucción de Jerusalén y el colapso de la estructura del pacto antiguo, se revela al mundo que el templo nuevo y final se ha completado y llenado.
Vemos que el Capítulo Doce, forma un dramático interludio, presentando la batalla básica de la historia en el conflicto cósmico entre Cristo y Satanás. El Hijo de Dios asciende al trono de su reino, incólume y victorioso, y Satanás se vuelve entonces para perseguir a la iglesia. Nuevamente, esto asegura al pueblo de Dios que todas sus persecuciones se originan en la guerra total de las fuerzas del mal contra Cristo, la simiente de la mujer, que ha sido predestinado para aplastar la cabeza del dragón. Con Cristo, la iglesia será más que vencedora.
Vemos que el Capítulo Trece, revela la guerra total que se aproximaba entre la fiel iglesia y el Imperio Romano pagano (la bestia). Al pueblo de Dios se le advierte que las fuerzas religiosas del judaísmo apóstata se alinearán con el estado romano, tratando de hacer cumplir el culto a César en lugar del culto a Jesucristo. Con la fe en el señorío de Jesucristo, la iglesia ha de ejercer una paciencia firme; la revolución está condenada.
Vemos que los Capítulos Catorce, Quince y Dieciséis, revelan el victorioso ejército de los redimidos, de pie sobre el monte Sión cantando un canto de triunfo. Se ve a Cristo viniendo en la nube de juicio sobre el rebelde Israel, pisando las uvas maduras de la ira. El templo se abre, y mientras la nube de gloria llena el santuario, los juicios divinos son derramados desde él, trayendo las plagas egipcias sobre los apóstatas.
Vemos que los Capítulos Diecisiete y Dieciocho revelan la esencia del pecado de Jerusalén como adulterio espiritual. Jerusalén ha abandonado a su esposo legítimo y está fornicando con los gobernantes paganos, adorando a César, "ebria con la sangre de los santos"; la santa ciudad se ha convertido en otra Babilonia. Dios hace un llamado final a su pueblo para que se separe de la prostitución de Jerusalén y la abandone a los devastadores ejércitos del imperio. A la vista de la completa ruina del Israel apóstata, se regocijan los santos en el cielo y en la tierra.
Vemos que el Capítulo Diecinueve comienza con la comunión - la gozosa fiesta de bodas de Cristo y su Esposa, la iglesia. Luego, la escena cambia para revelar el venidero dominio mundial del evangelio, mientras el Rey de reyes cabalga con su ejército de santos para librar una guerra santa para reconquistar la tierra. El agente de la victoria es su Palabra, que sale de su boca como una espada.
Vemos que el Capítulo Veinte da una historia resumida del nuevo orden mundial, desde la primera venida de Cristo hasta el fin del mundo. El Señor ata a Satanás y entroniza a su pueblo como reyes y sacerdotes con el Señor. El intento final de Satanás para derribar al Rey es aplastado, y comienza el juicio final. Los justos y los impíos son separados eternamente, y el pueblo de Dios entra en su herencia eterna.
Vemos que los Capítulos Veintiuno y Veintidós registran una visión de la iglesia en toda su gloria, comprendiendo aspectos tanto terrenales como celestiales. La iglesia es revelada como la ciudad de Dios, el principio de la nueva creación, que extiende una influencia mundial, atrayendo a sí misma a todas las naciones, hasta que la tierra entera es un sólo templo glorioso. Las metas del paraíso se consuman en el cumplimiento del mandato de dominio.
Con esta amplia vista general en mente, ahora podemos proceder a un estudio más detallado de las imágenes de Apocalipsis, concentrándonos en cuatro de los símbolos más dramáticos y controversiales: la bestia, la ramera, el milenio, y la nueva Jerusalén. Como veremos, cada una de estas imágenes le habló a la iglesia del siglo primero sobre realidades contemporáneas, asegurando al pueblo de Dios el señorío universal de Cristo y animándole en la esperanza del triunfo universal del evangelio.
El libro del Apocalipsis ocupa un lugar especial en el canon de la Sagrada Escritura. Con él se concluye la revelación escrita que Dios ha dado a su pueblo.
Este libro aporta la respuesta final a la pregunta ¿Quién es en realidad el soberano del universo?
Debemos ser muy respetuosos con este libro del Apocalipsis, ya que no es un libro de curiosidades, como lo hacen pretender algunos insensatos de la palabra.
El libro del Apocalipsis culmina la revelación escrita de Dios. Además el Apocalipsis cubre toda la gama de las doctrinas cristianas, tales como: Teología propia, cristología, soteriología, eclesiología, angelología, hamartiologia, bibliología, antropología y por supuesto, escatología.
En pocas palabras el Apocalipsis es, sin duda, un libro de suma importancia para la iglesia y para el mundo hoy.
Que Dios te bendiga, toda la gloria y honra sea para él. El Todopoderoso.
RECUERDEN,
Y LA VERDAD NOS HARA LIBRES.
No son los años, los que te hacen más espiritual que al creyente más humilde y recién convertido del planeta.
Tampoco son los títulos carnales, los que te elevan a mayor grado, sino la sabiduría que viene de lo alto, lo cual es pura, ya que te llega al corazón y te transforma en ese ser que Cristo desea tener para que le podamos servir.
ATTE: Misionero Rogers I.
Estudiante de la Biblia.